lunes, 27 de febrero de 2012

El imperio del 'smartphone' .


Apenas un cuarto de siglo ha pasado del teléfono fijo —que solo valía hablar en casita— al móvil —que permitía moverse y hablar, y poco más—. En ambos casos, un negocio de fabricantes y operadoras. A estas les cayó el maná imprevisto con los SMS, el auge de los mensajes cortos que aún les proporciona el 14% de sus ingresos.

Pero ahora es el tiempo del SmartPhone. Lo que ayer valía, hoy ya no (What's App y redes sociales están matando al SMS); los que ayer mandaban hoy van a rastras (Nokia). Más aún, el futuro de cualquier empresa pasa por su adaptación al smartphone y a su conexión permanente a Internet.

Los smartphones crecieron un 53,5% en 2011, 432 millones de estos aparatos vendidos en todo el mundo, el 34% del total. A final de año habrá mil millones de terrícolas con un móvil inteligente en sus manos, según los datos de Telecoms and Media. El smartphone no es, como se predecía hace un par de años, un artículo de lujo, sino un bien de primera necesidad. De aquí a cuatro años, la penetración de estos aparatos se multiplicará por nueve en Pakistán, por seis en Indonesia, por cinco en Japón y Nigeria, por tres en China y Brasil.

A la rápida expansión del móvil es una vía de ingresos para todos, desde la industria del automóvil a la sanidad pública. El smartphone ahorra visitas rutinarias al médico, sirve de controlador permanente de nuestro signos vitales, vigila la medicación o descubre enfermedades en su estadio precoz.

En la feria de Barcelona, los focos se van a dirigir a los espectaculares nuevos móviles, pero lo más importante no se ve: son los sistemas operativos —con las novedades de Mozilla y W8 de Microsoft — y sobre todo los chips, cada vez más rápidos y listos. Los procesadores de cuatro núcleos de Qualcomm (Snapdragon 4) y de Nvidia (Tegra 39), nacidos por y para el smartphone son capaces de entenderse con ordenadores y televisores, conectarse a las redes sociales, realizar pagos o reproducir acontecimientos en tiempo real y en alta definición. Todo a la vez, en un mismo chip, y gastando menos energía, avance fundamental para la pesadilla de cualquier dueño de un móvil: la duración de la batería, un terreno en el que no se avanza lo suficiente por motivos físicos.

El tráfico telefónico crecerá un 62% cada año hasta 2016, la minoría será voz. Ni siquiera hay que ser una empresa para generar dinero del smartphone. El individuo es un negocio andante. Un informático es una empresa, un desarrollador de aplicaciones. Grandes fenómenos del mundo actual no han necesitado más de media docena de personas, como es el caso de Angry birds o la aplicación What's App. Todo ello solo es posible con un móvil inteligente. Es el imperio del smartphone.

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